martes, 20 de junio de 2017

Mi padre y yo

Mi padre y yo

¡Es la copia de su padre!- determinó mi abuela desde que me observó por primera vez en el cunero y en aquel momento nadie creyó que fuese cierto.

El tiempo se encargó de demostrar que no solo soy alta igual a papá, sino que compartimos juntos la afición por los episodios de Elpidio Valdés, los dulces y los libros de aventuras.A ambos nos gusta rimar palabras, hasta que los versos se asomen a la pluma y despierte la poesía.

Desde que era niña supe que a su lado nada era imposible. Junto a él aprendí a nadar, hice los primeros intentos por montar bicicleta y en los instantes dondefue necesario acudir al médico, con solo apretar su mano, desaparecía el miedo al dolor.

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Dice mi madre que a los dos se nos nota igual la angustia en la mirada, que el ritmo de nuestros pasos es idéntico, que nunca decimos no si alguien necesita de nosotros, y que reímos hasta el cansancio cuando nos hacen cosquillas.

Entonces,pienso cuánto me gustaría igualar también su fuerza que sostiene a la familia,haciendo milagros para alargar el día, desdoblándose entre el trabajo, la casa y los viajes de madrugada,para librar a mi abuela de todos los quehaceres y verla sana, feliz.

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Pienso en cada instante crucial de mi existencia y en ninguna escena papá ha estado distante. A cada minuto me ha transmitido su sencillez, su imaginación sin límites, el impulso de defender mis esencias.




Papá está en la cocina empeñado en hacer un dulce de coco para ser él quien sorprenda a mami. Desde la mesa lo observo con detenimiento. Sus ojos, su nariz, su sonrisa, sus labios. Cada detalle de su rostro me recuerda al mío. Qué alegría saber que mi abuela no se equivocó: me parezco mucho a mi padre, y ese es mi mayor orgullo.

Salvar un tesoro verde

No existe un panorama más fascinante para los sentidos que adentrarse en un bosque y cerrar los ojos. En pocos minutos es posible percibir el canto de las aves, los murmullos del viento que se desliza entre las ramas, el aire puro que llega hasta lo más profundo del cuerpo.

Y es que cada uno de estos ecosistemas atesora un fascinante universo donde la flora y la fauna encuentran su esplendor. Sin embargo, cuando el hombre olvida cuán íntimamente ligada está su vida a los árboles y arremete sin conciencia contra ellos, el mundo asiste a panoramas desoladores como la deforestación, la pérdida de diversidad biológica y la extinción de espacios verdes dentro de las naciones.

Según datos publicados por diversos medios de prensa, al cierre del 2016, Cuba alcanzó un índice de boscosidad del 31,1 %, (superior en 0,5 al año precedente), cifra que ratifica la tendencia al crecimiento progresivo de la superficie cubierta por bosques. Además, de 2015 a 2016 , se lograron remover de la atmósfera 78.4 millones de toneladas de dióxido de carbono con relación a la cobertura boscosa.

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Como resultados de la gestión ambiental en este sentido,  en los últimos 10 años, la cobertura forestal se ha incrementado en 464 000 hectáreas, para un incremento medio anual de los bosques de 46 500 hectáreas, de estas el 80 % se concentra en bosques naturales.

No obstante, el índice de boscosidad no se encuentra distribuido uniformemente en todo el país, mientras que el municipio especial Isla de la Juventud, Pinar del Río, Guantánamo, Matanzas, Holguín y Santiago de Cuba tienen un índice superior a la media nacional, otras provincias como  La Habana, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Las Tunas se encuentran por debajo del 20 %.

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El sitio web Opciones.cu reseñó recientemente las valoraciones de Idael Pérez Brito, viceministro de la Agricultura y Georgina Díaz Quintero, especialista  de la Dirección Forestal, Flora y Fauna Silvestres, del Ministerio de la Agricultura, durante la Convención Internacional Agroforestal realizada en La Habana del 12 al 16 de junio pasado.

En la misma sobresale el criterio de Pérez Brito acerca de la importancia de apreciar el bosque desde varias dimensiones con un enfoque holístico: “no habrá un desarrollo forestal sostenible si solo se utiliza al árbol como proveedor de madera, debe buscarse la diversificación de las producciones y las prestaciones de la ayuda que brinda  mediante el aprovechamiento de residuos, los servicios ambientales y turísticos, como fuentes de ingresos que pueden ser reinvertidos en el propio desarrollo forestal”.

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Por su parte, Díaz Quintero añadió que “en Cuba no hay deforestación porque las áreas boscosas que cada año son desmontadas son inferiores a las que se incorporan a la cobertura forestal. La estrategia ambiental nacional reconoce como uno de los problemas medioambientales las afectaciones a la cobertura forestal y no la deforestación. El archipiélago mantiene un incremento sostenido del índice de boscosidad, que se aumentó desde 13,6 % en 1959 a un 31,15 %. En 2015, al lograr el 30,59 % de su superficie cubierta a bosques, el país sobrepasó el compromiso adquirido en la Cumbre de la Tierra de alcanzar 29,3 %  en esa fecha”.

El Programa de Reforestación 2016-2020 para las 11 cuencas hidrográficas de interés nacional incluye, entre otras acciones, poblar 31 000 hectáreas, alcanzar un 34,8 % de índice de boscosidad y emplear  mayoritariamente especies autóctonas. Entre dichas cuencas se encuentran: la de Cuyaguateje en Pinar del Río; Ariguanabo en Artemisa; Almendares que comprende La Habana y Mayabeque; y Ciénaga de Zapata en Matanzas.


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jueves, 8 de junio de 2017

El Iris: Invocación a la palabra joven


El Iris viene con los jóvenes que divisan el horizonte

En la Universidad de Matanzas la literatura se adueña de los sentidos. Cuando uno se adentra en sus espacios siente el fino sabor de un verso, aprende a escuchar una historia en medio de la tarde, desliza los dedos sobre páginas nuevas y experimenta el deseo de autodescubrirse el alma cuando las pupilas deciden mirar a través de la palabra.

Nadie como los jóvenes para hacer suyas las letras, para volver sobre voces pasadas y transgredir el presente en busca de nuevas maneras de decir. ¿Cómo dejar que se pierdan en el vacío los impulsos creadores? Por eso, la llegada de El Iris a la comunidad universitaria es motivo de regocijo.

Se trata de una publicación literaria que según sus impulsores, “invoca la luz para mostrar el talento que despierta en las aulas, en la redacción del periódico, en la empresa que necesita ser cambiada y en el surco donde la décima sopla la tierra”.

Sobre los propósitos que impulsan al consejo editorial y el proyecto que marca sus pasos futuros, Girón dialogó con el escritor Carlos Chacón Zaldívar, director de El Iris y coordinador del taller de creación literaria Pablo Neruda de la Universidad de Matanzas.

Carlos Chacón Zaldívar

El Taller de creación literaria Pablo Neruda ha sido durante años espacio para que florezca el talento de los jóvenes escritores que cursan estudios en la Universidad de Matanzas. Siguiendo este propósito, ¿cómo puede contribuir El Iris con la incorporación y crecimiento de las nuevas generaciones en el ámbito literario?

El Taller de creación literaria Pablo Neruda cumple a partir de este curso 20 años de labor sistemática y fructífera, no es en puridad un espacio para la simple escritura, ni para tener mayor cantidad de jóvenes cultivadores, es mucho más. Es un espacio de intercambio para estimular a jóvenes escritores a encontrarse a sí mismos, sus paradigmas de escritura y las mejores herramientas para multiplicar sus metas creativas.
Es evidente que solamente con los años transcurridos, se pueden obtener diversos premios en diferentes certámenes literarios, pero también generar una publicación propia, cuyos contenidos literarios sean válidos y reflejen una calidad reconocida. Así El Iris se convierte en otra propuesta de sus hacedores, ante un contexto literario que no legitima suficientemente el quehacer de los más jóvenes.

 ¿Con qué frecuencia llegará a las manos de la comunidad universitaria esta publicación? ¿Sobrepasará estos marcos y se presentará en otros espacios de la cultura matancera?

En el proyecto se propone su salida cada tres meses. Será difícil poder llegar a las manos de toda la comunidad universitaria por obvias limitaciones. Una publicación hecha en una Universidad que está cumpliendo 45 años de quehacer científico y creación cultural no puede ser pensada en exclusiva para una ciudad que pronto celebrará sus primeros 325 años. Afuera está el mundo, con una revolución de contenidos, e iniciar un número cero significa crear desde Matanzas y promoverse globalmente, con la ayuda de todos los medios de comunicación y con un permanente diálogo desde las redes sociales.



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¿Quiénes pueden colaborar con las páginas del Iris?, ¿Se mantendrán secciones fijas de autores específicos, o variarán los temas y estilos?

Todos pueden colaborar con El Iris, tendrá sus secciones fijas, pero nunca serán camisas de fuerza. El tiempo indicará los temas o los estilos, desde esta esquina de la mañana, no se puede saborear el atardecer. Las circunstancias cambian a todas horas…

A su juicio, ¿cómo ha sido recibido este primer número?

La publicación ya salió a la luz, no cabe a nosotros enjuiciarla. Ante toda nueva empresa no faltan quienes se solazan a la sombra y guardan un silencio que se confiesa hasta por los codos.

¿El Iris dirigirá su mirada hacia materiales de corte investigativo y profundizará en la crítica literaria, tan necesaria dentro de la actualidad cultural de Matanzas?

El Iris ya incorpora su propuesta, solicita materiales a los creadores que creyeron en sus páginas, allí habrá de todas las direcciones, aunque las carencias críticas no son exclusivas de la Isla.

Este primer número estuvo dedicado al centenario de Juan Rulfo, ¿qué importancia le confiere el equipo de redacción a la divulgación de la obra de figuras cumbres de la literatura latinoamericana, nacional y local, como fuente de aprendizaje y aliento para los futuros escritores?

Celebrar a Rulfo en su centenario desde estas páginas demuestra que hay una impronta abierta, se sabe que Neruda estuvo por Varadero, que su biógrafo más importante conoció del proyecto de este Taller. Impulsar relecturas, aprender de los paradigmas que nos alientan y convocar a nuevos diálogos será una manera de construir la identidad que defendemos.

El Iris, fue el nombre de una revista cultural y literaria a la cual José María Heredia consagró su pluma creadora, ¿Qué reto implica asumir el nombre de esta publicación?

Asumir este nombre significa creer en Heredia, asumir su legado como poeta continental y luz de la lengua española. En una época de crisis es valioso que los jóvenes descubran sus alturas tras las enseñanzas de Martí. Heredia pertenece al futuro y El Iris viene con los jóvenes que divisan el horizonte.  

Retrato de familia

Retrato de familia

Aleido tiene 75 años y cuando la nostalgia lo invade, toma entre sus manos el álbum y contempla los retratos familiares. Allí, como un pedazo de vida que se fugó del tiempo, están los rostros de sus padres y hermanos. Él fue el último en llegar al hogar de los Carreño Fernández.

Al volver sobre las imágenes recuerda la mesa grande donde se sentaban a compartir el almuerzo y cómo en el alma de su madre había espacio para abrazar a los 14 hijos. Del padre heredaron la rectitud y desterraron el miedo al trabajo arando la tierra, sembrando semillas que despertaron en frutos.

Cuando llegaban los tíos y primos, la casa era una fiesta. De inmediato se multiplicaban los panes y aparecía un sitio para resguardarse de la noche.

Poco a poco pasa las páginas donde aparece el rostro en blanco y negro del hermano poeta que hoy no está cerca para decirle un verso, los sobrinos que marcharon hacia otras tierras, su boda, la infancia de sus hijos. Más adelante, los colores de las instantáneas recuerdan épocas cercanas y en ellos advierte las sonrisas de los nietos, las canas que han ido nublando los cabellos de su esposa…

Desde la magia del lente, piensa en cuánto han crecido las ramas del árbol llamado familia, ese que es común y a la vez diferente para todos.

Bajo su sombra descubrimos el mundo. Puede tener diversas formas: algunos de troncos firmes; otros de hojas dispersas, lo cierto es que cada uno es parte vital del bosque denominado sociedad.

Toda familia tiene su propia historia, poco a poco sus miembros crecen recibiendo la influencia cultural de quienes les antecedieron y, a la vez, adquieren rasgos distintos como protagonistas del contexto social donde se desenvuelven.

Hace algunos años la Doctora María Elena Benítez, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, declaraba en el programa televisivo Mesa Redonda que la familia en nuestro país, “está tejida en redes, no solo se quedan circunscritas a la consanguinidad en un primer nivel, está determinada por la convivencia, el parentesco y no vive a puertas cerradas”.

Mientras, el Código de la Familia en Cuba la define como centro de relaciones de la vida en común y señala que satisface hondos intereses humanos, afectivos y sociales.

Sin embargo, ¿siempre se logra mantener la armonía en el ámbito familiar?, ¿por encima de las individualidades prima la unión?

Los vientos de la emigración, la aridez de las dificultades económicas, las plagas de las adicciones, pueden adueñarse de él hasta despojarlo de su savia esperanzadora.

Entonces, escuchamos que un hermano privó a otro de su existencia, un padre se “divorció de sus hijos”, o un anciano en el final de sus días presenció la lucha descarnada por despojarlo de sus bienes.

El engranaje familiar es un complejo sistema donde cada pieza tiene su rol específico. En él se establecen jerarquías,  límites claros que solo resultan eficaces cuando prima el respeto y fluye la comunicación.

Quienes sufren las consecuencias de crecer en familias disfuncionales, llevan un vacío en el interior. Luego de una niñez en medio de conflictos, puede llegar la juventud marcada de inseguridad, timidez y baja autoestima.

No existen manuales que aseguren totalmente la paz y la felicidad. La única alternativa es perdonar, dialogar, abandonar los egoísmos. Nadie puede escapar de las influencias recibidas desde la cuna. Lo que seamos capaces de inculcar será lo que recibiremos mañana y definirá el color futuro de nuestro país, la familia mayor.

Sentado en el portal Aleido cierra el álbum y mira al horizonte. Intenta recordar la cantidad de sobrinos, primos… la lista sería interminable. Sabe que no todo es perfecto, que no podemos escoger un modelo de árbol-familia para nacer en él. Pero tiene la seguridad de que cuando las raíces se levantan desde el amor, siempre es posible que sus hojas reverdezcan.

Jessica Sarraf Viera: Literatura, reflejo de nuestra propia vida


Jessica Sarraf Viera: Literatura, reflejo de nuestra propia vida

Jessica Sarraf Viera se adentró desde pequeña en el mundo de la literatura. No olvida cómo sus padres la guiaron hacia un sendero donde el descubrimiento de cada libro era un salto hacia la fantasía.

Actualmente, cursa el onceno grado en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Carlos Marx y mantiene más viva que nunca la pasión por la lectura, esa que le ha permitido investigar, crear, y resultar ganadora este curso de los concursos Leer a Martí y Sabe más quien lee más, a nivel nacional.

“Cuando decidí hacer un poema dedicado al Apóstol para presentarme en el Leer a Martí, sabía que era un reto pues se ha escrito mucho acerca de su figura. Por eso, al escribir solo pensé en él, en su lado humano, ese que es más cercano a nosotros y así fue como surgió Entre el verso y la sonrisa.

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“Ser premiada fue una sorpresa y una oportunidad especial de compartir en La Habana con jóvenes y niños que encontraron en Martí inspiración para sus textos”.

Sin embargo, esta joven cómplice de la imaginación y la búsqueda de nuevos saberes, decidió asumir a la par el reto de profundizar en el quehacer de un autor foráneo.

“En décimo grado conocí acerca del Sabe más quien lee más, un concurso que requiere valorar y ahondar en los rasgos que definen la obra de un autor determinado. Este curso, escogí a Stephen King, uno de mis escritores favoritos. Seleccioné tres de sus libros, los cuales ya había leído: Cujo, El resplandor y Cementerio de animales. Traje los volúmenes a la escuela donde las bibliotecarias me aportaron bibliografías para analizarlas y me motivaron a cada paso.

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“Me sorprendió como desde la perspectiva del terror, Stephen le da un matiz social a estos libros que aparentemente solo se quedan en la ficción, pero cuando uno busca el trasfondo, abordan temas que atañen a todos independientemente de nuestra nacionalidad. Las consecuencias del alcoholismo, la violencia intrafamiliar, forman parte de las realidades expuestas en dichas páginas. Además, el acercamiento a estas contribuye con el dominio del idioma inglés y la formación de una cultura general en los jóvenes”.

Muchos son los proyectos que marcarán el futuro de Jessica. Aunque el universo de las letras la apasiona, confiesa que las Ciencias Naturales ocupan también un sitio de su preferencia. Aún no decide cuál es la carrera universitaria que desea emprender tras egresar del IPVCE. Sin embargo, al ritmo de sus pasos soñadores, junto a su cabecera, o en un lugar bien cerca del corazón, siempre permanecerá un libro nuevo.

“La lectura no solo enriquece nuestra expresión, sino que en sus personajes encontramos nuestro reflejo. Es más que una forma de entretenimiento, un aprendizaje para la enfrentar la vida”.

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Viaje al centro de la biblioteca


Biblioteca de la escuela primaria Seguidores de Camilo y Che

Desde temprano, la escuela primaria Seguidores de Camilo y Che está en movimiento. Las pañoletas atraviesan la plaza dejando en el viento una estela de saludos rojos, azules. Los borradores interrumpen el sueño de la pizarra y las tizas anuncian que es tiempo de retomar las lecciones.

Sin embargo, el milagro de aprender no está reservado solamente para las aulas. Más allá hay un sitio donde es posible emprender un viaje imaginario hacia las profundidades del océano, estar cerquita de magos y príncipes o sentir el calor de un ver­so. Allí, las bibliotecarias estrenan sonrisas y en breves instantes, con tan solo el pase mágico de una página, inicia la aventura.

CUANDO SE DESPIERTA LA MAGIA DE LA LECTURA

Esta biblioteca escolar permanece abierta hasta las 7:00 p.m. y acoge a los pobladores de la zona del Naranjal. De esta forma, se avanza en el noble propósito de convertir a la escuela en el centro cultural más im­portante de la comunidad.

Marta Onelia Falcón Zamora, Danys Hernández Rodríguez y Regla Ca­ridad Rivero Jorrín tienen a su cuidado un tesoro que asciende a 40 640 ejemplares, entre libros y folletos. Gracias a su ternura y paciencia, no solo se han salvado volúmenes, sino que los más pequeños descubren a diario fuentes de inspiración para acercarse a la literatura.

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“Desde primero hasta sexto grado, impartimos a los alumnos una frecuencia de 45 minutos. No obstante, en el horario de almuerzo y al concluir la jornada docente, recibimos a los lectores espontáneos. Durante los turnos, los motivamos de muchas maneras: narramos cuentos, cantamos canciones y trabajamos con las palabras del vocabulario básico del grado haciendo énfasis en la ortografía.

“Contamos con un círculo de interés de lectura, donde se ilustran los valores educativos de las obras, se desarrollan debates; y otro de bibliotecología mediante el cual se transmite lo referente a la organización, el procesamiento, clasificación y catalogación”, señala Marta Onelia.

Comentan las bibliotecarias que los niños de primer ciclo (de primero a tercer grado) prefieren los libros de cuentos, fábulas, adivinanzas y las revistas Zunzún. Mientras que los de segundo ciclo (de cuarto a sexto), solicitan materiales relacionados con las asignaturas de Ciencias Naturales, Geografía, Historia, así como los  de aventuras.

“Nos enfocamos, además, en la prevención. Tenemos discos con audiovisuales que exponen las consecuencias del tabaquismo, el alcoholismo, la violencia intrafamiliar. Enfatizamos sobre todo en los grupos de sexto grado, quienes continuarán estudios en la enseñanza secundaria y enfrentarán la adolescencia.

“También les enseñamos a hacer manualidades y después de cada lectura desatan su imaginación creadora para modelar con plastilina o recrear, mediante un dibujo, el contenido de los cuentos”, añade Danys.

Pero la biblioteca es también testigo del tiempo y espacio para preservar las riquezas históricas. Por ello en cada etapa se trabaja con las efemérides y se expone un libro vinculado con las mismas. En octubre, por ejemplo, se enaltecen las figuras de Camilo y Che y enero es el mes martiano, ese donde se convocan concursos y se recuerda al hombre de La Edad de Oro.

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Según sus compañeras, la bibliotecaria Regla se distingue por el talento para la narración oral y por llevar a cabo el proceso de restauración. “Epaminondas y El gato Simplón son parte de los cuentos que he memorizado y disfruto al ver sonreír a los niños que escuchan los relatos. En cuanto a salvar los libros, la satisfacción es incomparable, es como cuando un enfermo se levanta sano y fuerte. Los cosemos, les cambiamos la carátula y de esta forma regresan a las manos de los pequeños”.

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Amarilys Hernández González, directora del centro, destaca cómo la biblioteca es vital en el movimiento de concursos que se convocan como el Leer a Martí, Sabe más quien lee más, los vinculados con el Citma, la Sociedad Cultural José Martí, entre otros.

“Esta es la única primaria de la provincia asociada a la Unesco, por lo tanto, dentro de su proceso docente incluye las temáticas relacionadas  con la misma. Las bibliotecarias están imbuidas en este empeño. Dan tratamiento a aristas como  las adicciones, la alimentación, el turismo. De igual modo se profundiza en la inclusión educativa, la salud y la higiene. Actualmente apoyan la campaña antivectorial y acompañan a los alumnos durante sus visitas a hogares de la comunidad”.

BONDAD QUE HABITA JUNTO A LOS LIBROS

Con tan solo seis añitos Yanliet Gómez de la Fe y Daniel Tápanes Figueroa conocen las historias de Meñique, saben estrofas de Los zapaticos de rosa y en sus cuadernos de dibujo, perdura el recuerdo de cada obra escuchada. Allí plasmaron la boina del Che y el sombrero de Camilo.

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Mientras, para María Fernanda Morán Bermúdez, Daniela García Oviedo y Demis Williams Martínez Pérez, quienes cursan el sexto grado, la lectura es fuente de sabiduría.
“No solo ampliamos nuestros conocimientos, también descubrimos qué trataron de expresarnos los autores y cómo cada enseñanza nos ayuda a ser mejores”, expone María Fernanda, quien ha resultado ganadora del concurso Trazaguas en varias ediciones.

Al dialogar con las maestras Dayamí Cárdenas Herrera (primer grado), Damarys Gutiérrez Delgado y Amparo Pérez Sánchez (ambas de sexto) coinciden en que la biblioteca no es un ente aparte, pues en ella se encuentran las herramientas necesarias para complementar las clases.

“Cuando un niño sabe leer bien, se expresa bien. Las notas de clase son nociones elementales, urge que ellos desarrollen hábitos de estudio mediante los libros. Para eso es importante que exista un vínculo estrecho entre el bibliotecario y el profesor, el cual se refleja en el alumno”, enfatiza Damarys.

En la biblioteca de la primaria Seguidores de Camilo y Che todo  es luz y color. Cada detalle ha nacido de las manos de los niños y el impulso de las bibliotecarias. No falta el rostro de Martí, una maqueta de la casita donde nació y la mariposa que contempla a través de un cristal los zapaticos de rosa.

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El curso casi termina. Ahora inicia el inventario de los libros. No obstante, siempre hay espacio para que los pequeños se adentren en ese sitio donde las bibliotecarias estrenan sonrisas y regalan boletos hacia mundos de fantasía con tan solo el roce de una página.

Amor multiplicado en la distancia

Cuando le preguntan por mamá y papá, el pequeño Hamlet contesta que “están trabajando lejos”, que montaron un avión e “hicieron ñiiiii...” ...