“Conocer la historia nos permite saber de dónde
venimos y hacia dónde vamos”, afirma el joven estudiante de medicina Pedro
García Escalante. A través de sus palabras, el nexo entre pasado y presente se
revela con nuevos matices y exige ser narrado con pasión y con un tono
diferente que despierte la sensibilidad.
Y es que en la memoria histórica, vive el
alma de los pueblos. Es por eso que transmitirla de generación en generación no
es solo una responsabilidad de las instituciones educativas, sino de toda la
sociedad.
ROMPER
ESQUEMASPARA ENSEÑAR MEJOR
“Para enseñar la historia, primero hay que
tener conciencia de qué es y verla como ciencia que devela leyes, memoria que
despierta sentimientos”, afirma Hilda Peña Guerrero, profesora del Departamento
de Marxismo e Historia de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas Dr.
Juan Guiteras Gener.
Dialogar con los pedagogos de dicha cátedra,
es revivir el impulso de aprender y amar las raíces cubanas y matanceras.
“Los pedagogos deben prepararse intencionadamente
desde la enseñanza primaria, que es la base de la formación. Urge abandonar la
repetición de consignas, y evitar la orientación de tareas que en lugar de incentivar
amor por la historia local, los aleja más de esta.
“Al alumno hay que acercarlo a ejemplos
tangibles, trasladarlo a museos, propiciar el diálogo con combatientes o
protagonistas de acciones relevantes, para que toquen la “historia con sus
propias manos” y comiencen a amar ese
legado de sus padres y abuelos”, explica el profesor José Ramón González Pérez.
Por su parte, Jorge Castillo, no olvida las
clases de Historia que recibió en la secundaria. Allí la figura del maestro
Rubén Padrón, lo inspiró a seguir sus pasos. “Hoy Matanzas tiene una situación
crítica en cuanto a la formación de nuevos profesionales en la carrera de
Marxismo e Historia. Esto obedece a múltiples causas, entre ellas, la forma en
que reciben la asignatura en los diferentes niveles de enseñanza.
“A veces se reduce a campañas militares y
luchas políticas y no se contempla desde una visión más general, como una trama
infinita de nexos y relaciones donde todo está vinculado y se dan esas
influencias recíprocas”.
Al llegar a la universidad, muchos
estudiantes muestran inconformidad con el programa de la asignatura y lo
catalogan como repetitivo. Resulta indispensable comprender que en la educación
superior se debe producir la generalización teórica.
Jorgelino Balseiro asegura que en esta etapa es
preciso estimular en los jóvenes el desarrollo de un pensamiento crítico,
reflexivo, independiente. Mientras que los maestros Adalberto Padrón y Gabino
Rodríguez añaden que urge vincular las materiascon el perfil de las carreras e
insisten en la necesidad de contar con libros de texto escritos de forma
didáctica.
No obstante, la figura del educador es
crucial. De su preparación depende establecer una adecuada relación entre
contenidos, métodos y medios. “Cuando se muestra un material audiovisual, es
más rica la experiencia que tienen, pues reciben mensajes a través de símbolos.
Así, con la orientación adecuada pueden juzgar mejor cada suceso y arribar a
sus propias conclusiones, afirma la profesora Velgis Cordero Garcés.
Al respecto, Yaima Rodríguez León,
Metodológoga Provincial de la asignatura en la Educación Preuniversitaria,
argumenta que recientemente han recibido juegos de mapas y se aprovechan los
materiales audiovisuales producidos por Cinesoft, perteneciente al Ministerio
de Educación.
“Apoyándose en estos recursos, cada educador
tiene la misión de transformar las clases en espacios de comunicación donde se
hable con libertad y se produzca el intercambio provechoso de ideas”.
POR
UN FUTURO CÓMPLICE DE LA MEMORIA HISTÓRICA
El Doctor Alfredo Lauzurica González, está
seguro de que es imposible olvidar siglos de tradición, lucha, arte. No solo
asume la conducción del Departamento de Marxismo e Historia en la Universidad
de Ciencias Médicas, también se desempeña como presidente de la filial provincial de la
Sociedad Cultural José Martí y del Consejo Científico Asesor para las Investigaciones
Históricas del PCC.
“Encauzado por la esfera ideológica del
Partido, específicamente la Oficina de Asuntos Históricos, se lleva a cabo una
labor de salvaguarda de la memoria histórica en todos los municipios, para lo
cual se realizan encuentros en los cuales participan representantes de
múltiples sectores.
“Fomentamos una visión que vaya más allá del
sentido académico y estreche los lazos de la historia con la comunidad, los
centros de producción más importantes, la biblioteca, el museo, las tradiciones
laborales”.
Por otra parte, la filial de la Sociedad
Cultural José Martí, está inmersa en un diálogo de generaciones para estimular
la presencia activa de los miembros jóvenes.
Por su parte, la Dr.C Lissette Jiménez
Sánchez, miembro del Ejecutivo Nacional de la Unión de Historiadores de Cuba
(UNHIC) y de su filial en Matanzas, resalta que la organización propicia
acciones de superación para sus miembros y articula diferentes fuerzas en aras
de promover la historia.
“Después de 30 años ya contamos con una casa
del Historiador que aun asiste a un proceso de mejoramiento de sus condiciones,
pero ya cumple su función social. Además, promovemos eventos importantes como
el Atenas, que se efectuará en octubre y tiene carácter provincial.
Jiménez Sánchez señala también la necesidad
de contar con publicaciones especializadas en temas históricos como El
Ateniense (plegable que llegaba a todas las escuelas) y Triunvirato (órgano
oficial de la filial matancera de la UNIHC), los cuales no han vuelto a
editarse.
Otra de las acciones llevadas a cabo por
Lissette, es el proyecto de investigación que lleva por título La Historia
local para promover la matanceridad y que involucradiversas escuelas primarias
de la urbe yumurina ubicadas en la zona declarada monumento nacional. A partir
de este programa se potencian dos líneas temáticas: la educación patrimonial y
la introducción de los resultados científicos tanto de las ciencias pedagógicas
como de la historiografía matancera.
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