jueves, 28 de enero de 2016

Martí, en el taller de la vida



“No peligra, no tiene que temer, un pueblo que junta conmovido, que junta espontáneo, sus diversos oficios, allí donde los pueblos se maduran y se aseguran; allí donde los pueblos aprenden el hábito y los métodos de crear, en los talleres.”
José Martí

     

El trasiego de los obreros, el diálogo incesante de las máquinas donde se moldean los metales; los cilindros y extintores que van de un lado hacia otro, hasta completar el ciclo productivo… Todo resulta expresión de movimiento a su alrededor.

Cuentan que hubo una época donde el roce de los años devastó su silueta y tuvieron que retirarlo de su puesto, hasta que unas manos lo restauraron y lo situaron de cara al sol.

Desde entonces, ha sido testigo de un despertar en la Unidad Empresarial de Base (UEB)Conformat, perteneciente a la Empresa de Envases Metálicos (Envametal). Allí, para los mecánicos, soldadores, estibadores… el pensamiento del más universal de los cubanos, es la pieza vital que ha renovado no solo el espacio laboral, sino también, los talleres del alma.

UNIDOS POR LA PALABRA DEL APÓSTOL

Cuando uno pregunta por Joaquín Hernández Santana en el taller Noel Fernández, todos señalan hacia un pequeño consultorio que preside la entrada. Hace más de cuatro décadas que se desempeña en los senderos de la medicina, y desde su llegada a la UEB Conformat, motivó al colectivo a formar un Club martiano.

“Cuando era pequeño mi abuela me hablaba del hombre de la Edad de Oro, y así poco a poco comencé a estudiar sus escritos. La idea de fundar un Club surgió porque comprendí que si José Martí en la preparación de la Guerra Necesaria acudió a los trabajadores y pensó en ellos, las nuevas generaciones deben mantener un vínculo con su legado”, confiesa Joaquín.

El Club funciona desde el 2014 y cuenta con 14 miembros. Como parte de su accionar, integra a estudiantes de las escuelas aledañas durante la realización de sus actividades, entre las que destacan talleres, reuniones y matutinos especiales.

 “El Apóstol fue un ser humano, con virtudes y defectos, reflejarlo es una de nuestros propósitos. El objetivo no es verlo desde una postura distante, sino valorarlo como hermano, hijo, padre, amigo, es decir, humanizarlo”, afirma Hernández Santana.

Por su parte, Eduardo Laguardia Betancourt, es el presidente del club y confiesa que en su vida, la figura de José Martí ha sido fundamental. “Es un guía para mi comportamiento, tanto con mi familia como con mis subordinados. Su obra, profunda y abarcadora aumenta el conocimiento, y transmite valores”.

REGRESAR A LOS SENDEROS MARTIANOS, ES RENACER

“Yo era uno de esos muchachos que transitaba por caminos equivocados. Cometí muchas indisciplinas sociales y tuve que enfrentar un periodo de reclusión por mi comportamiento. Mientras estaba en prisión, leí con detenimiento la frase martiana: ser culto es el único modo de ser libre, y fue como un alumbramiento, algo se transformó dentro de mí.”

A partir de aquel instante, comencé a buscar las obras completas y me fascinó el tomo 13. Cuando que me incorporé a trabajar en la fábrica, supe de la existencia del Club y decidí insertarme. Ha sido una experiencia única, donde tengo la oportunidad de contarles a otros mis vivencias y aprender”, expresa Iván Luis Rodríguez Montero, estibador de la UEB Conformat.

De igual forma, el Lic. Gustavo González Alcántara, especialista de Producción de la entidad, considera que la mejor manera de divulgar el ideario del Maestro, es llevarlo a la práctica.

“Mediante el Club, motivamos a los obreros a establecer relaciones interpersonales donde prime el respeto y la solidaridad. Visitamos a los compañeros que se encuentran enfermos, brindamos una atención diferenciada a los jóvenes que realizan sus prácticas laborales en nuestros centros y abogamos por la superación”.

Según González Alcántara, tanto el taller Noel Fernández, como el taller de cilindros para gas (Excilgas), desempeñan un papel imprescindible a nivel nacional. Por eso, motivar a los trabajadores a ser responsables, desde la visión martiana, constituye una labor diaria.

“En el año actual tenemos un plan de producción que asciende a 67 mil 98 extintores y tanques, 308 mil cilindros de gas de 10 kilogramos nuevos y 26 mil 362 cilindros de 45 kilogramos. Ello tributa directamente con la sustitución de importaciones, ya que somos los únicos en el país que fabricamos estos productos”.

Los obreros innovan, solucionan problemas, para que no se detenga ningún proceso. No obstante, en medio de los quehaceres, dedicamos un espacio para rendir homenaje a nuestro héroe nacional”.

Así lo confirma Diego Cecilio Espino Ramírez, quien se desempeña como mecánico en la entidad y aunque su experiencia es continuamente solicitada, ello no impide que sus versos estén presentes.

Cerca del busto martiano, deja escapar sus rimas: “El autor intelectual /de la gesta del Moncada /dejó una fecha marcada/ de rebeldía nacional. (…)/su ejemplo debe seguir/ sol que nunca se apagó, /pues todo lo que pensó, /aquí se hizo cumplir. Entonces, contemplamos el rostro del Apóstol, y parece que se ilumina con una sonrisa.

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