Bajo la premisa de mantener viva la tradición campesina en las nuevas generaciones, La Casa Naborí en el municipio de Limonar celebró la vigésima edición del Concurso Nacional de jóvenes improvisadores Francisco Pereira (Chanchito), con la participación de 16 competidores provenientes de Pinar del Río, La Habana, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos y Ciego de Ávila.
El jurado estuvo compuesto por tres prestigiosos exponentes de la tradición oral en Cuba: Luis Quintana, Leandro Camargo y Oniesis Gil. Cada concursante demostró sus habilidades en la realización de pies forzados, y la creación de espinelas en torno a temas y sintagmas.
El primer lugar del certamen correspondió al matancero Islay Madruga, quien también recibió reconocimientos colaterales como el premio al mejor pie forzado, concedido por la Cátedra de estudios de la décima Jesús Orta Ruiz, de la Universidad de Matanzas y un lauro especial que le confiriera el destacado artista de la plástica Manuel Hernández a fin de distinguirlo como el poeta que más abordó temas criollos en sus versos.
El segundo y tercer puesto fueron para Reyber Nodal (Ciego de Ávila) y Sindy Manuel Torres (Pinar del Río), mientras que Ana Maris Gil (Mayabeque) mereció el premio al mejor cantor, otorgado por la Casa Iberoamericana de la décima de Las Tunas, así como una distinción de la Casa de la Décima de Mayabeque por ser la participante más joven. En relación con la calidad del evento Luis Quintana, presidente del jurado expresó que “el talento de los jóvenes ha ido en notable crecimiento. Para seleccionar a los vencedores tuvimos en cuenta el manejo de los recursos literarios, la proyección escénica, pero sobre todo la búsqueda constante de la poesía”.
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