miércoles, 29 de junio de 2016

Entre la muerte y la vida, la vida


La palabra suicidio deriva del latín sui, de sí mismo y caedere, de matar, lo que sería “matarse a sí mismo”.
Se pasó la mano temblorosa por el cabello como intentando ahuyentar los malos pensamientos. Sin embargo, ya no revoloteaban fuera, lo atormentaban desde adentro incitándolo a renunciar, tirarlo todo por la borda de la manera “más fácil”.

Entró en el cuarto y echó el cerrojo para estar a solas con el humo del cigarro y las paredes que le parecían ahora cuatro interrogantes grises: ¿qué vas a hacer contigo?, ¿cuántos meses te quedarán?, ¿quieres ser un estorbo?, ¿te atreverías a…?

Un sabor amargo le invadió la garganta hasta llegar a los labios. “Son las dos y cuarto. A esta hora ya deben saberlo todo”, dijo, y se acercó a la ventana temeroso de ver llegar a su hija con el dictamen médico. Le pareció irónico que en aquel trozo de papel se dibujara su suerte.

Calculó las probabilidades, evaluó por cientos y el prefacio de un destino desgarrador seguía inclinando más la balanza. “No hay dudas, para qué prolongar el sufrimiento si ya estoy condenado”.

Las vigas del techo le parecieron entonces más cercanas que de costumbre. Bastó subirse a una silla y levantar las manos para alcanzarlas. Recorrió con la mirada por última vez el lugar, cerró los ojos y sobrevino la desesperación, la caída de la silla, las piernas corriendo en el vacío… hasta quedar al fin juntas.
El reloj marcaba las 2 y 19. El llavín de la puerta principal se movió y un grito de júbilo se escuchó en las afueras de la habitación: “¡Papi, abre la puerta, todo dio negativo, dice el médico que con un tratamiento estarás como nuevo”.

Eran las 2 y 20 cuando el sonido de una puerta derribada y un sollozo desgarrador estremeció el vecindario.

UN ADIÓS ANTICIPADO

Estigmas y tabúes envuelven aún el fenómeno del suicido en todo el mundo. Según datos del sitio oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS, abril, 2016), a pesar de que más de 800 000 personas se suicidan cada año, unos pocos países han incluido la prevención del mismo entre sus prioridades sanitarias, y sólo 28 de ellos han notificado que cuentan con una estrategia nacional.

suicido
En el Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida de la República de Cuba, se define el intento suicida o parasuicidio, como un acto deliberado con resultado no fatal, que intenta causar o que realmente causa daño, o que sin la intervención de otros puede autodañar. Incluye desde los llamados gestos manipulativos, hasta los intentos serios sin éxito de autodestrucción.

Asimismo, en este documento se plantea que, cuando como consecuencia se produce la muerte, estamos en presencia del suicidio.

La OMS señala la depresión como el factor principal que predispone estas conductas, incluyéndose los trastornos bipolares, el abuso de drogas y alcohol, la esquizofrenia, los antecedentes familiares, los contextos socio-económicos y educacionales pobres, o una débil salud física.

A ello se suma la pérdida de seres queridos, una discusión, la ruptura de relaciones y problemas jurídicos o laborales, los maltratos en la infancia y el aislamiento. Además, las enfermedades orgánicas y el dolor incapacitante pueden constituir riesgos.

La socióloga Elena Bon Torres, especifica que se trata de un fenómeno social donde influyen múltiples aspectos. Por ello, el ambiente muchas veces es uno de los elementos que condiciona este tipo de acciones, pues crea un estado de desánimo e inconformidad.

Emile Durkheim, figura cimera de la sociología clásica europea, planteó en su enfoque que este es el resultado de la fortaleza o la debilidad del control de la sociedad sobre el individuo. Por su parte, Freud, desarrolló una teoría psicológica, en la que considera que en el suicida existía una hostilidad inconsciente dirigida hacia el objeto amado. Es, según Freud, un crimen al que se le ha dado un giro de 180 grados.

Diversas son las teorizaciones en torno al tema, unas más unilaterales, otras, que lo abordan desde múltiples dimensiones. Lo cierto es que el presente no escapa del fenómeno.

Según datos ofrecidos por la Delegación Provincial del Minint, el índice de intentos en el año actual  refleja que se consumó el 93 por ciento de los casos, mientras que solo un 7% no resultó letal.

Las tasas según el sexo, reflejan que el 80% corresponde al género masculino. Las cifras más significativas se ubican en los siguientes rangos de edades: 40-49 (15,7%), 50-59 (20%), 60-69 (20%), 70-79 (15,7%).
Los métodos más empleados fueron el ahorcamiento (96,4% de los hombres), quemaduras (empleado exclusivamente por las mujeres, 35% de este género) y envenenamiento ya sea por psicofármacos, como por líquidos abrasivos.

Hasta el momento, el mes de abril arrojó el más alto índice de intentos suicidas. Los municipios con mayor número de casos fueron Matanzas, Jagüey Grande, Jovellanos y Colón.

¿LA SALIDA MÁS FÁCIL?

“Primero fue mi abuela, después mi tío y por último su hijo. Recuerdo bien a mi primo, era un hombre joven, un profesional inteligente, bien parecido, pero lo vimos desequilibrarse poco a poco hasta llegar a un estado de esquizofrenia. Varias veces intentó quitarse la vida, y al final llegó a consumar el hecho. Fue desgarrador para toda la familia”.

“Mi madre me contaba que sus padres vivían en una pobreza extrema allá por los años 30. El matrimonio tenía siete hijos y mi abuelo ya no sabía qué hacer para traer comida a la casa. Un día abuela notó su angustia. Lo vio salir con una soga y enseguida envió al hijo mayor tras él. Por poco no llega a tiempo, ya su papá se estaba colocando la soga en el cuello, entonces corrió a abrazarlo. Con lágrimas en los ojos abuelo desistió de la idea. Según mima, nunca más lo volvió a hacer”.

“Cuando supe la noticia no podía creer que mi nieta pudiera recurrir a unas pastillas para hacer algo así. Fueron días difíciles, pero finalmente se recuperó. Le explicamos que esa no es la solución ante los conflictos y que el amor, la felicidad, los sueños no se matan”.

suicidio

Después de escuchar estos testimonios de fuentes que prefirieron permanecer en el anonimato, Girón dialogó sobre el tema con el doctor Eliezer Pérez Muñoz, especialista de primer grado en Psiquiatría de Adultos, y responsable del departamento de Salud Mental y Adicciones a nivel provincial.

“En los últimos tiempos existe una tendencia a la disminución de las edades. Se aprecian casos de adolescentes quienes realizan simulaciones de suicidio que en ocasiones terminan de forma fatídica. Resulta diferente con los individuos de más edad, los cuales están más propensos a consumarlo.

“En Cuba, el Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida tiene como objetivo esencial evitar el primer intento suicida, su desenlace fatal y su repetición. En este sentido el médico de la familia juega un papel esencial, ya que debe remitir al paciente a los especialistas en Psiquiatría pertinentes, sin dejar de seguir de cerca el caso; y además notificar la ocurrencia de cualquier incidente al Departamento de Estadísticas para su análisis epidemiológico".

Pérez Muñoz expresa que todavía se observa en los pacientes y seres queridos, cierto temor o vergüenza a declarar que atentaron contra su salud, es por eso que el programa diseña mecanismos para acercarse a ellos.

“Dentro de los primeros diez días después de haber cometido el intento, la persona debe ser valorada por el psiquiatra. A este corresponde evaluar su estado mental, determinar cuáles fueron los factores de riesgo que lo circundaban, e indicar cuál debe ser la conducta a seguir por ese paciente de manera individualizada.

“Los especialistas enseñan a manejar frustraciones, a tolerarlas, a descubrir qué partes de la personalidad fueron dañadas, para seguir adelante asumiendo roles, frustraciones, tolerando situaciones que son estresantes y que golpean. Esa es la parte valiosa de vivir, seguir riendo, disfrutando y creciendo a pesar de las dificultades. En otras palabras, el programa te enseña a tener una salud mental adecuada”.

RECOMENZAR



Algunos estudiosos citan entre los factores de protección contra esta conducta tener alta autoestima, relaciones sociales ricas, pareja estable, adecuados estilos de afrontamiento y baja vulnerabilidad al estrés. No obstante, la pronta identificación y el tratamiento acertado de los trastornos mentales constituyen importantes métodos preventivos. Además, se ha demostrado que las intervenciones psicosociales y los centros de prevención del suicidio son estrategias prometedoras.

Como expresara el matancero Ennys Meneses Ortega, “aunque se presenten situaciones de enfermedad, limitación física, divorcios o infidelidad, no debemos privar a quienes nos rodean de nuestro cariño, aún si nos queda poco tiempo. No hay que tener miedo a sufrir, porque incluso cuando todo parezca perdido, siempre hay una esperanza y razones para seguir luchando”.

siempre es posible para recomenzar y ser felices

Asimismo, Julia Santana Troya de 77 años de edad, destaca que “momentos de desesperación pueden hacer a algunos pensar en esa alternativa, pero realmente no vale la pena perder las incontables alegrías y hasta dificultades que nos depara el futuro, porque en cada una cobramos más fuerzas”.

Por eso, si la depresión toca a su puerta no se fije metas difíciles, procure estar con otras personas, rechace los pensamientos negativos, no utilice alcohol para aliviar los síntomas, haga ejercicios y disfrute ese regalo que permite volver a levantarse, aunque se haya tropezado muchas veces, porque siempre existe un motivo para decidir por la vida.

no al suicidio

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