martes, 26 de mayo de 2015

Patrimonio al filo del derrumbe



De pie, contemplo la calle real de mi pueblo y cierro los ojos. Trato de imaginar el viejo hotel La Palma abriendo sus puertas a los huéspedes, mientras, desde uno de sus balcones, una pareja contempla el atardecer. Pienso en La Casa Verde exhibiendo el reflejo de sus vitrales; en los asientos del cine Mártires de Girón, repletos de espectadores que aguardan por el inicio de un filme…

Levanto la mirada, observo a una joven que camina con un bebé en los brazos y una angustia me invade. Si el deterioro constructivo se esparce cada vez más, los valores patrimoniales de esos inmuebles que conforman el centro histórico urbano del municipio de Pedro Betancourt serán solo un recuerdo, un relato que las nuevas generaciones escucharán narrar a sus abuelos.
 

EN EL CORAZÓN DEL CENTRO HISTÓRICO URBANO

En entrevista a Girón Julián Rogelio Álvarez López, historiador municipal, convida a realizar un recorrido imaginario desde la calle 19 hasta el final de la calle principal.

“Si transitamos por la primera cuadra, entre 19 y 21, en la acera sur se encuentra un conjunto arquitectónico culminado en 1916, dentro del mismo, el local que pertenece al museo Gustavo González, presenta severas afectaciones".

“De 21 a 23, resalta el teatro Cuba (1945) cuya fachada se conserva bastante bien. En la acera norte, se alza el cine Mártires de Girón, antiguo cine Pumariega (1948), una de las pocas edificaciones que evidencia el estilo Art Decó y que tras los estragos del ciclón Michel, no volvió jamás a presentar una película en la gran pantalla”, afirma Álvarez López.

AL cruzar el tramo de 23 a 25, puede apreciarse la casa de gobierno, (antiguo ayuntamiento) que se mantiene en buenas condiciones. Al frente radica el edificio del otrora Liceo Macurijes (1923); el interior está modificado, ya no muestra las grandes lámparas de bronce y el frontón quedó destruido.

Pero sin dudas, en el trayecto de 27 a 29 los betancoureños cuentan con dos edificaciones emblemáticas. “En la esquina norte radica el hotel La Palma, símbolo del pueblo. Surgió en la década de 1910. Allí se hospedaron figuras como el doctor Cesáreo Sánchez. Las habitaciones delanteras eran de tipo suite; con baños colectivos y en la parte inferior, a partir de 1932 radicó la ferretería El Porvenir, denominada La Sierra tras el triunfo revolucionario”.

Al sur, está enclavada la Casa Verde que se halla en una situación crítica. La planta baja se construyó en 1900, mientras que las viviendas en alto, se añaden en 1916. No solo presenta elementos eclécticos, sino que además ostenta rasgos característicos del Art Nouveau”, argumenta Álvarez López.

IDENTIDAD EN RIESGO

Mi abuelo Chicho es el único miembro de la familia que vivió en una de las habitaciones del hotel La Palma. Al hablar sobre su estancia, evoca la presencia de otros residentes, la amplitud de los cuartos... Sin embargo, el paso de varias décadas y la ausencia de reparaciones han socavado la estructura del inmueble. Sobre el tema el arquitecto Lino Julio Rodríguez Casañola, refiere:

“Está actualmente descualificado. En una oportunidad escuché que propusieron utilizarlo para vivienda y según mis estudios era imposible.Aunque fácilmente se establecen cuatro grandes apartamentos, los moradores tendrían que circular por el mismo patio para acceder a la escalera que constituye la única vía de acceso; además, la infraestructura hidráulica, eléctrica… implicaría perforaciones y debilitaría el edificio”.

Por su parte, Noelia Llanio Santana y su esposo José Manuel González López, rememoran sus 29 años de estancia en uno de los apartamentos de la Casa Verde. “En la década de 1980, cuando nos mudamos al local, reparamos todo, el sitio era de lujo. Con el paso del ciclón Michel, el techo de la sala perdió las tejas.

“La situación empeoró con el ciclón Denis, cuyos vientos arrancaron la ventana del último cuarto y abrió las paredes provocando filtraciones, a ello se sumó la errónea confección de los desagües de todos las viviendas que exacerbó la humedad. En el 2008, nos facilitaron construir en otro terreno. Hoy todavía contemplamos con nostalgia la fachada”, confiesan.

Rodríguez Casañola, agrega que si la Casa Verde se derrumba, las obras aledañas se verían afectadas en un 50%, pues están unidas por muros medianeros que lo mismo sirven a un edificio que a otro.

María Mercedes Vacaz  Garaboto, especialista en patrimonio agrega que el museo Gustavo González Pérez, presenta deterioro en la herrería, cubierta… e incluso muchas piezas han sido retiradas de exposición por la decadencia de las vitrinas.

En relación con la casa de cultura municipal, recientemente fue sometida a una renovación mas, faltan detalles. “Todavía no contamos con la carpintería del frente, carecemos de puertas para darle seguridad a los camerinos, oficinas…, y no poseemos la tela para confeccionar el telón”, explica Rosa María González Díaz, directora de la institución e instructora de música.

Félix González Cabrera, quien hasta hace algunos días desempeñó el cargo de vicepresidente de la asamblea municipal del Poder Popular, especificó que no se dispone de un financiamiento para restaurar el centro histórico urbano.

“Según certificó la Empresa Provincial de Proyectos resulta más factible demoler una parte del hotel La Palma. Lo ideal sería reconstruir las zonas que puedan salvarse para ubicar allí un centro recreativo cultural, el cual traería un despertar al territorio. En cuanto a la Casa Verde, todavía está previsto certificar en qué estado se encuentra para entonces tomar una decisión. No obstante ya está presentado en el plan de la economía para el próximo año, un proyecto que asciende a 75 mil pesos para remozar el museo municipal”, argumenta González Cabrera.

Lo cierto es que Pedro Betancourt está sumido en un letargo que lacera los cimientos de su identidad. Urge destinar recursos y empeño en rescatar tantos sitios que no pueden ser víctimas del olvido. El sentido de pertenencia debe ser la clave que impulse las gestiones, la búsqueda de soluciones inmediatas, pues como declarara Julián Álvarez López: “no podemos perder nuestro patrimonio, salvarlo, es ante todo, salvar nuestra historia”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Amor multiplicado en la distancia

Cuando le preguntan por mamá y papá, el pequeño Hamlet contesta que “están trabajando lejos”, que montaron un avión e “hicieron ñiiiii...” ...