miércoles, 22 de julio de 2015

Campismo rima con diversión, naturaleza y familia






Iván González Faure, Eulises Garlobo Martínez y Yasnier Mosqueda Rodríguez, juegan juntos a la orilla del río para ver quien divisa el pez mayor, mientras deciden cuál será el primero en lanzarse a las aguas del San Juan.
 Allí, ha nacido entre ellos una amistad que de seguro recordarán cuando comenten sobre las vacaciones a sus familiares en los poblados de Boca de Camarioca, Jovellanos y Palo Seco. Y es que desde el inicio de la temporada estival, muchas familias se acercan a las instalaciones de la Empresa Provincial de Campismo Popular.
Bacunayagua, San Juan, Río Canímar, Canímar Abajo y Faro de Maya, conforman las cinco instalaciones que prestan servicios en la actualidad.
OPCIONES PARA DISFRUTAR EN FAMILIA
Según Carlos González Díaz, especialista de recreación y alojamiento de la empresa, desde marzo comenzaron a venderse las reservaciones y casi todos los centros tienen cubiertas sus capacidades desde el 15 de junio, hasta el 15 de septiembre. A ello se suma la modalidad de pasadías que cobra demanda y garantiza a los interesados transporte, merienda y almuerzo por precios módicos.
De igual forma, en cada base se llevaron a cabo labores de mantenimiento que aún persisten a fin de brindar un mejor confort a los huéspedes.
Anay Rodríguez González, carpetera del campismo Bacunayagua, explica que el mismo posee un total de 17 cabañas, de seis personas cada una y cuentan con 31 ventiladores, 14 televisores y ocho refrigeradores. Eglys Velásquez Labañino, director de la base, expresa que como parte de los preparativos se revisó toda la planta habitacional, se colocó carpintería de aluminio en las ventanas y renovaron la mayoría de las literas y colchones.
“Comenzamos a colocar puertas nuevas y adquirimos parte de los recursos para instalar un tanque auxiliar que nos permita disponer de agua 24 horas. Además, desarrollamos excursiones al mirador de Bacunayagua, a través de un sendero que permite al visitante contemplar el panorama debajo del puente”.
Entre los proyectos aprobados para el mejoramiento del sitio, se encuentra la culminación de un ranchón que fungirá como bar y sala de juegos y la remodelación del parque infantil deteriorado por el efecto del salitre.
Por otra parte, Río San Juan es una instalación que posee 46 habitaciones y brinda solamente como servicio añadido el alquiler de ventiladores. Su directora, Ayrén Medina Rodríguez, explica que aunque durante la etapa baja no se culminó el proceso de mantenimiento, sí se cambió el 90% de la carpintería, sustituyeron los juegos de baño, además de garantizar la pintura interior.
“La iluminación exterior es adecuada y los fines de semana recibimos el apoyo del Minint de Limonar durante las fiestas nocturnas, ya que la afluencia de personal es mayor. Hasta la fecha los clientes muestran satisfacción y se deleitan con el entorno, los recorridos hacia el nacimiento del río y otras propuestas”.
Por su parte, Ernesto Martínez Fuentes, responsable del campismo Río Canímar (Canímar arriba) es un directivo joven que potencia el mejoramiento del centro, el cual resulta el de mayor extensión.
“Esta era una de las instalaciones que más problemas presentaba en cuanto a deterioro constructivo. Gracias al esfuerzo conjunto rescatamos espacios y mantenemos la belleza de las áreas verdes. Estamos enfrascados en los últimos detalles de los locales correspondientes a la enfermería, la sala de video y el restaurante”, manifiesta Martínez Fuentes.
En cuanto a Canímar Abajo, Evelio Rosales Guerra, máximo responsable, añade que el sitio se destaca por ser la única base con medios náuticos, recuperados gracias a la dedicación de los trabajadores.
“Este año potenciamos los trayectos hacia lugares de importancia histórico-cultural como el museo El Morrillo, la escalinata donde cayeron Antonio Guiteras y Carlos Aponte y el cementerio aborigen próximo al campismo. Mientras que en horarios habituales realizamos competencias de karaoke, baile… expone Rosales Guerra.”
LOGROS Y DESAFÍOS EN BUSCA DE LA SATISFACCIÓN DEL CAMPISTA
Entre los inconvenientes fundamentales que persisten en las bases de campismo, se reitera la escasa provisión de confituras en los quioscos en divisa. A ello se suman los problemas en la adquisición de platos fuertes para el menú y la insuficiencia de implementos lúdicos como pelotas, juegos de dominó, billar...
“Los propios animadores hemos aportado elementos para que no se detenga el programa de entretenimiento, pero los equipos de audio y micrófonos están deteriorados y dificultan nuestra labor”, afirma Yoslay Rivero Cabrera, técnico de recreación del campismo Río San Juan, quien resalta como uno de los promotores de actividades de mayor experiencia y talento.
No obstante los disímiles aspectos que urge mejorar, muchos campistas coinciden en que reservar en dichas unidades es sin dudas una oportunidad para el descanso y el esparcimiento, por lo cual es común que se eleve el número de repitentes.
Así lo afirman en Río Canímar Edgar Luis González Sánchez y Yoán Sosa Pérez de 18 y 17 años respectivamente, quienes opinan que los jóvenes ven los campismos como una propuesta excelente para compartir en grupo.
Enalbe Torres Fernández, de la localidad de Alacranes argumenta, “cuando decidimos reservar en Canímar Abajo no había capacidad, entonces nos explicaron sobre la modalidad de casas de campaña y accedimos. Ha sido una experiencia maravillosa para los muchachos y nos brindan buenas atenciones”.
Los campismos en la provincia de Matanzas son privilegiados por la belleza del entorno y se convierten en una propuesta más asequible. Por eso, resulta vital continuar destinando recursos para el mejoramiento de estas instalaciones que brindan la oportunidad de compartir en familia, juntos por naturaleza.

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